¿Qué es el trastorno de estrés postraumático?

El Trastorno de estrés postraumático o comúnmente conocido como TEPT, es un trastorno psicopatológico descrito por el DSM V (APA, 2013) como aquel trastorno que se puede llegar a dar cuando la persona ha estado expuesta a una situación de muerte o a un daño físico o sexual, bien sea por una vivencia directa, por ser testigo o por la experiencia de algún familiar o conocido.

Tras esta situación, la persona desarrollaría una serie de síntomas que se puede englobar en cuatro grupos: reexperimentaciones del hecho traumático, la evitación de estímulos, situaciones o personas que le recuerdan al suceso, hiperactivación, como por ejemplo respuestas de sobresaltos, irritabilidad o hipervigilancia, y embotamiento afectivo, presentándose todo este grupo de síntomas, un mes después de la vivencia traumática. Por todo ello, este trastorno es el que se muestra más directamente relacionado con la vivencia de una experiencia traumática (Gamache, DeMarni, DePrince y Freyd, 2013), y por tanto, el más prevalente ante este tipo de situaciones y el que mayor atención ha recibido por parte de la comunidad científica.

Respecto a la prevalencia, los datos no son bien conocidos, aunque se estima que cuando la persona ha vivido una situación traumática, la tasa de prevalencia aumenta hasta un 5,6%, especialmente cuando la situación ha sido provocada por el hombre, como, por ejemplo, un atentado terrorista, una violación u otro tipo de agresión (Galea, Nandi, Vlahov, 2005; Neria, Nandi y Galea, 2008, citado en Salguero et al., 2011).

Una vez que la persona que ha vivido una situación traumática y decide venir a consulta, se realizaría una evaluación completa y detallada, en la que se evaluaría no solamente la sintomatología postraumática y la intensidad de esta, sino también los estilos de afrontamiento, factores de riesgo y de protección, así como la sintomatología o trastornos psicopatológicos que puedan aparecer de forma comórbida, es decir, que aparezcan conjuntamente, como por ejemplo, los trastornos de ansiedad o los trastornos depresivos.

Tras la evaluación y el diagnóstico, se daría paso a la intervención terapéutica, en este caso se utilizaría el tratamiento de elección que ha demostrado su eficacia y efectividad para este tipo de problema, La Terapia Cognitivo Conductual Centrada en el Trauma (NICE, 2019). En el que el objetivo sería intentar reducir o eliminar los principales síntomas del trastorno de estrés postraumático (APA, 2000), la re-experimentación, las conductas de evitación, la activación fisiológica y el embotamiento afectivo.

Para ello, las técnicas a utilizar serían una psicoeducación sobre el trastorno y las variables de mantenimiento del mismo, la exposición, siendo esta la técnica que las investigaciones señalan como una de las herramientas que ha demostrado mejores resultados para cualquier tratamiento psicológico que esté relacionado con un hecho traumático (Foa, et al., 2005), las técnicas cognitivas, que sirven para identificar las creencias irracionales que los pacientes puedan tener sobre la vivencia de la situación traumática (Tarrier, Pilgrim, Sommerfield, Faragher, Reynolds, Graham, 1999. véase en Foa et al., 2005). Posteriormente también se suelen utilizar técnicas de activación conductual, especialmente para pacientes con una mayor sintomatología depresiva, técnicas de desactivación como la respiración diafragmática, que ayudan al paciente a tener una mayor estabilidad emocional, a disminuir el estrés y a calmar los síntomas de la ansiedad, así como técnicas de regulación emocional, y técnicas narrativas, que ayuden al paciente romper la asociación entre los pensamientos y recuerdos del evento traumático, con las emociones negativas dolorosas, con el fin de que se genere un nueva interpretación que sea más saludable para el paciente (Guzmán, Padrós, Laca y García Campos, 2015).


Autora: Dra. Natalia Moreno
Coordinadora y Responsable
Unidad Atención Psicológica Personalizada
HM Hospitales
Para más información o citación podéis llamar al teléfono 900 10 29 24 o escribir un correo electrónico a: psicologia.hmps@mail.hmhospitales.com

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